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Desde Colombia y con cara de cordero degollado, Mariano Rajoy, el presidente del gobierno mas ausente de la historia de España nos pedía, como si tuvieramos decisión, un pequeño esfuerzo, más, y nos comunicaba que iba a aplicar el llamado copago farmacéutico en las recetas aduciendo que "es necesario porque en este momento no hay dinero para atender al pago de los servicios públicos"
De primeras hay que hablar con propiedad y dejarse de mentiras, no es un copago sino un repago de algo que ya se pagó en su día, y se paga cada día mediante impuestos, que son especialmente gravosos. Y el repago no va destinado a mantener el sistema publico sanitario, si no a pagar la monstruosa deuda que nuestros políticos se comprometieron a pagar por encima de todo cuando reformaron la constitución rápidamente, esa misma constitución tan difícil de cambiar para otros asuntos importantes.
La diabólica cláusula de la Reforma de la Constitución que entrega a España
La sanidad pública está en quiebra, algo gravísimo por lo que se debe encontrar la causa de dicha quiebra y drásticamente solucionarla sin dilación. Sin duda la quiebra de la sanidad pública recae en la corrupta y despilfarradora gestión acometida por las comunidades autónomas y la universalización de un servicio público nacional que debería ser, eso, nacional y no universal. Para solucionarlo solo hace falta mucha determinación, y un sentido de Patria y Estado del que carece la casta gobernante.
Lo primero es disolver las comunidades autónomas, pozos de despilfarro y corrupción institucionalizada, y que vuelva el Estado a gestionar los servicios públicos de forma centralizada y eficiente.
Lo segundo consiste en reservar la asistencia sanitaria, el empleo, los subsidios sociales y de desempleo exclusivamente para los españoles. Así, todo aquel inmigrante que quiera estar en España debería tener un trabajo y pagar una cuota mensual de seguro público sanitario, y en caso de quedarse sin trabajo no tendría derecho a sanidad, subsidio social ni de desempleo por lo que tendría que abandonar el país. En verdad nunca debieron venir, pero en estos momentos, deberían marcharse todos y que no entrara ni uno más.
Tercero, todos los responsables financieros y políticos que han permitido y participado de la quiebra con sus corrupción y malversación del dinero público deben pagar económica y penalmente.
Cuarto, para revertir la quiebra de la SS, y de la nación, se debe garantizar su financiación. Y la única forma posible es cambiando el sistema económico y demográfico imperante. Para ello es necesario nacionalizar las empresas monopolísticas privatizadas a precio de saldo, aplicar política arancelaria, salirse del Euro y recuperar el control del Banco de España para emitir de nuevo pesetas, controlar el crédito y los tipos de interés. Además hay que invertir en futuro e independencia con políticas de reindustrialización y reagriculturización, así como en políticas de natalidad.
Todo esto es lo que el gobierno de Mariano Rajoy no va a hacer en la vida, ya que el equipo azul del PPSOE tiene fijado, desde el extranjero, el plan de vender España en fascículos. Su plan no es de reformas, porque toda reforma supone una mejora, ni de recortes, es la demolición final, tras 30 años, de España. Todas las medidas adoptadas atentan contra la población española y dejan indemne un sistema corrupto que nos ha llevado a esta situación, cada recorte y carga impositiva mas nos hunde en el fango ya que provocan una recesión en el consumo y en consecuencia mas desempleo, lo que nos empuja inexorablemente a que España pase a formar parte del tercer mundo, a ser esclavos de potencias extranjeras con una deuda impagable. Si los españoles no reaccionamos y sacamos nuestra dignidad como pueblo ese será nuestro final.
No hay alternativa son ellos o nosotros. Democracia Nacional apuesta por nosotros, por el pueblo español.
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