sábado, 3 de junio de 2017

EXTRACTOS DE TEXTOS HITITAS DEL REINO MEDIO BAJO TUDHALIYA II

Alp.

Del fronterizo yacimiento de Masat Höyük (Tappika), datable en los reinados de Tudhaliya II y su sucesor Arnuwanda I han llegado hasta nosotros mensajes cortos y ágiles escritos en tablillas, dedicados a asuntos cotidianos y a las frecuentes situaciones de peligro armado causadas por las devastaciones de los bárbaros gasga.

Es llamativa la inclusión oportunista en algunos de ellos de comunicaciones privadas entre los escribas encargados de redactar y leer los contenidos, que se aprovechaban así el circuito postal de la correspondencia oficial y del analfabetismo del resto de la población.

Kassu, Pulli, y Pipappa debieron ser funcionarios locales o comandantes militares de los puestos avanzados. Maresre y Uzzu serían escribas encargados de la mensajería. La fórmula protocolaria empieza con el emisor y sigue con el destinatario. "Mi Sol" es una expresión laudatoria que identifica al rey.

75/16 Así habla mi Sol. Di a Kassu. Lo que me escribiste así “He aquí que viene el enemigo, Ha presionado sobre la localidad de Hapara y de allí ha presionado sobre Gassipura; de ahí se ha marchado y no sé a dónde ha ido”, ¿es que acaso el enemigo tenía magia y no lo veías? Sé muy prudente ante el enemigo.

75/14 Así habla mi Sol. Di a Pulli. El asunto de las tropas que me escribiste lo he oído. Sé firme ante el enemigo hasta que los soldados hayan llegado. Así habla Maresre. Di a Uzzu, mi querido hermano. Dale mis recuerdos a Pulli. Envíame la vaca que me habías prometido.

78/157 Así habla mi Sol. Di a Kassu y a Pipappa. Cuando os llegue esta tablilla, movilizad a toda prisa mil setecientos infantes de Ishupitta y llevadlos deprisa en dos días a Sapinuwa ante mi Sol.

CTH 172

Los anales de Tudhaliya II contienen ciertas hipérboles y fórmulas marcadamente poéticas, pero reflejan bastante bien las circunstancias en las que se desenvolvieron  las campañas de este monarca hitita y el panorama de sus relaciones exteriores con el país de Arzawa y otros estados del oeste de Asia Menor. Wilusiya y Taruisa han sido relacionadas con los topónimos homéricos de Ilión y Troya.

En cuanto me volvía a Hattusa se me volvieron enemigos los siguientes territorios: (…) el de la ciudad de Lussa, el de la ciudad de Alatra, el de los montes Pahurina, el de la ciudad de Pasuhalta (…), el de la ciudad de Wilusiya, el de la ciudad de Taruisa. En (…) se reunieron con sus tropas y sus (…) y situaron su campamento frente al mío. Pero yo, Tudhaliya, levanté el campo de noche y rodeé el campamento del ejército enemigo. Y los dioses me lo entregaron: la diosa del Sol de la ciudad de Arinna, el dios de la Tempestad del cielo, la divinidad tutelar de Hatti, Zababa, Istar, la diosa de la Luna, Lelwani. Y destruí el campamento del ejército enemigo, los de aquellos cuyas tropas habían venido en son de guerra.

Y los dioses marcharon delante de mí. Y los territorios que he mencionado, los que se habían vuelto enemigos, me los entregaron los dioses. Todas estas tierras las tomé, y me traje a Hattusa sus habitantes, sus vacas, sus ovejas y los bienes del territorio.


EA 31

La correspondencia entre el faraón egipcio Amenofis III y  el reyTarhuntaradu del País de Arzawa queda atestiguada por esta carta.  Se abre con unas líneas de saludo protocolario y pasa al asunto principal: establecer la dote a entregar a cambio de una hija del monarca de Arzawa, que ingresaría en el harén del faraón para robustecer la alianza entre ambos estados dirigida contra los hititas, que son mencionados tangencialmente en la epístola. En la parte final hay un listado de los productos de la dote.

Es significativo que ambos enemigos de Hattusa discurrieran sus asuntos en una carta escrita precisamente en idioma hitita. Semejante hecho acredita la difusión de esta cultura en el ámbito del Mediterráneo Oriental.

Así habla Nimuwareya, Gran Rey, rey de Egipto. Di a Tarhuntaradu, rey de Arzawa. A mí todo me va bien; a mis casas, esposas, hijos, dignatarios, tropas, carros de guerra, propiedades en mis países, todo les va bien. Que a ti todo te vaya bien; que a tus casas, esposas, hijos, dignatarios, tropas, carros de guerra, propiedades en tus países, todo les vaya bien.

Mira, te envío a Irsappa, mi mensajero: “Veamos a la hija que ofrecen a mi Sol en matrimonio” y que el unja con aceite su cabeza. Mira, te envío una bolsa de oro de excelente calidad.

Las cosas que hay que hacer que me has escrito: “Envíamelas”, ahora te las enviaré, pero más tarde. Envíame en correspondencia a tu mensajero y al que yo te he enviado  y llegarán. Te llegarán y te aportarán la dote de tu hija. Mi mensajero y el mensajero que vino (…) deportados gasgas. He oído todo lo que has dicho y también que Hatussa está en calma. 


Mira, te he enviado un presente junto con mi mensajero, Irsappa: una bolsa de oro de 20 minas, tres vestidos de gala de lino, tres mantos de lino, tres huzzi de lino, tres kussitti de lino, cien sawalga de lino, cine (…) de lino, cien mutalliyasa de lino, cuatro recipientes grandes de aceite perfurmado, seis recipientes pequeños de aceite perfumado, tres sillas de ébano con incrustaciones de sarpa y oro, diez sillas de ébano y marfil y cien piezas ébano, como presente.