viernes, 21 de agosto de 2009

INSEGURIDAD PATENTE EN LA RURALIDAD MURCIANA

http://www.laverdad.es/murcia/20090821/region/asaltos-fincas-agricolas-suceden-20090821.html#opina

Naturalmente, si atendieramos a las declaraciones de nuestros responsables de seguridad, el inefable y penoso Rubalcaba y sus no menos inefables delegados del gobierno, nuestro país seria una balsa de aceite con tasas bajas de criminalidad: pero por ejemplo ¿ cuantos de los robos aquí descritos ya no son siquiera denunciados, porque suponen una pérdidad de tiempo y una humillación añadida para los españoles damnificados al comprobar la impotencia de las autoridades y la policia ante la evidencia de la proliferacion de saqueos y fechorías en el campo murciano? ¿ No será que la política suicida de mirar para otro lado, o incluso de alentar la inmigración descontrolada de elementos foraneos dudosos, muestra en toda su crudeza su verdadera y descarnada faz, sus graves consecuencias?

"El frío, el granizo, la falta de agua o el poco margen de beneficio son los principales problemas que durante mucho tiempo han preocupado a los agricultores de la Región. Ahora, y desde hace unos años, estos inconvenientes han pasado a un segundo plano desbancados por una oleada de robos continua. Ningún agricultor está a salvo. Torre Pacheco, San Javier, Cartagena, Lorca, Ceutí o Cieza son algunas de las localidades que más están sufriendo la invasión de los ladrones.
Antonio Sánchez, un empresario de maquinaria agrícola y agricultor de la zona de San Javier suelda las bombas de agua a estructuras metálicas o entierra en pozos de más de 60 metros de profundidad los equipos de riego, pero aunque dificulta el trabajo de los ladrones, no es suficiente. «Lo peor es que llamo a la Policía Local y no hacen nada. He ido tres veces a la Guardia Civil de San Pedro y no he podido poner la denuncia porque aseguraban tener los sistemas informáticos averiados», denuncia.
Golpes indiscriminados
Otro caso reciente de robo lo sufrió José Antonio Garre, de 49 años. Se encontraba con sus dos hijos (17 y 18 años) trabajando en su finca, cuando le sorprendieron tres encapuchados armados con barras de hierro. El trabajador intentó echarlos y proteger a sus hijos enfrentándose a ellos, pero durante el forcejeo un golpe con una barra de metal le rompió el brazo y después se llevaron una furgoneta. Ahora, casi dos meses después, sus hijos se encargan del cuidado de la tierra mientras su padre se recupera. «Estuve diez días ingresado, pero lo peor es que mis hijos no quieren trabajar en la tierra porque tienen miedo. Ahora cuando tienen que fumigar los árboles, uno vigila en lo alto de un cabezo mientras el otro realiza las tareas», relata Garre. Al día siguiente del suceso, Garre padeció el robo de cuatro motores de riego y multitud de destrozos. La semana pasada, otra vez se repitió la historia. «Toda la vida hemos estado con las casetas abiertas y nunca ha pasado nada. En estas dos últimas veces que han entrado se han llevado cerca de 22.000 euros en material, sin contar que el año pasado se llevaron 1.800 metros de cable».

En la Vega Media también hay robos. Francisco Hurtado, agricultor, explica cómo en su tierra de Villanueva y Ceutí ya son cinco las veces que los ladrones le han hecho una visita. En este caso, los delincuentes se han conformado con gasoil y productos para la tierra. «Me llevan frito. Estrellan su vehículo contra la puerta del almacén y la rompen. Por lo que además del gasoil y de los fertilizantes e insecticidas que me roban, me cuesta un dineral arreglar los desperfectos».
Otra particularidad de estos cacos agrarios es que no realizan sus actos vandálicos por la noche, sino que esperan a las dos de la tarde, cuando Hurtado vuelve a su casa a comer, para cometer su robo. «Se esperan a que me vaya y aprovechan las tres horas de la siesta para entrar a por el material», concluye.
En Cieza los agricultores hacen frente a la situación con la ayuda de las fuerzas de seguridad, aunque como en el resto de la Región, los ladrones actúan indiscriminadamente. «Hay robos, pero cada vez menos. De fruta hemos sufrido algunos que han llegado a los 1.500 kilos, pero por lo general vienen a por chatarra o fertilizantes. Rompen puertas, paredes o lo que haga falta, dejando a su paso miles de euros destrozados», afirma un agricultor"

sábado, 15 de agosto de 2009

EL IMPERIO HITITA: AMANECER DE UNA CIVILIZACION INDOEUROPEA

Hacia el siglo XX a. c. diversas poblaciones de estirpe indoeuropea se desplazaron, seguramente a través del Caúcaso, en dirección al sur, aproximándose a los núcleos urbanos de la refinada Mesopotamia de tradición acadia y sumeria, a las ciudades-estado cananeas de Siria y más lejos, al Egipto faraónico del Imperio Medio.


Algunos de estos flujos formaron hordas abigarradas con elementos étnicos de otros orígenes, como los hurritas, los kassiteos ( cuseos mencionados en la Biblia ), etc, irrumpiendo en el corazón de los ya milenarios imperios sedentarios cerealeros, imponiendo su autoridad, como hicieron los hiksos en Egipto.

Una de las tribus, en cambio, se dirigió hacia el suroeste y se terminó estableciendo en la meseta de Anatolia ( el centro de la moderna Turquía ). El territorio en el que se asentaron tenía diversos grados de desarrollo: pequeñas ciudades-estado dispersas de tipo neolítico y en otras áreas, simplemente grupos reducidos de nómadas con un nivel de cultura muy inferior al de los recién llegados. Los guerreros indoeuropeos tomaron posesión de esas planicies semidesiertas a las que bautizaron como Hatti, Nessa, Salatiwara, Zalpa y Purusanda, que constituyeron el después denominado “Alto País”. Aproximadamente corresponde con la posterior región grecorromana de Capadocia, inmediatamente al este de la actual Ankara. Precisamente de la principal de estas comarcas saldría el gentilicio de este pueblo: hititas o hattitas.



Olvidados desde su colapso final en el siglo XII a.c., salvo por crípticas referencias en la Biblia, su memoria y parte de sus archivos mantenidos en tablillas de barro cocidas fueron redescubiertos por los arqueólogos a partir de 1900, cuando además se logró descifrar su escritura. Mediante la lectura de esos documentos se pudo constatar que los hititas compartían las singulares cualidades propias de las colectividades indoeuropeas: su elevada capacidad para establecer sobre bases sólidas un régimen institucional y dinámico, apoyado en el establecimiento de costumbres y leyes apropiadas que compatibilizaban la iniciativa individual con el sentimiento trascendente de pertenecer a un grupo definido por su rasgos de lengua y raza.

Su sistema de gobierno estaba basado en el liderazgo natural de los guerreros y dirigentes más capaces, que fue evolucionando con la creciente sedentarización y la influencia de sus vecinos orientales hacía fórmulas monárquicas, aunque la nobleza de los diferentes clanes tenía que otorgar su aquiescencia por medio de una asamblea, el “Pankus”, ante la cual los reyes juraban respetar los derechos consuetudinarios de los habitantes del País de Hatti. A lo largo de los siglos se observó la tendencia ( idéntica en muchos lugares y épocas ) a crear dinastías basadas en la sucesión hereditaria dentro de la terna de la familia real, para evitar las luchas de facciones y los posibles disturbios en las vulnerables fronteras. Una claúsula real de 1500 a.c. decía:

“ Cualquiera que me suceda a mí en el reino deberá mantener a sus hermanos muy unidos, lo mismo que a sus hijos, cuñados y demás componentes de la familia. También a los soldados. Cualquiera que me suceda a mí en el reino y se atreva a injuriar a sus hermanos y hermanas, todos vosotros, la asamblea de Notables ( “Pankus” ) acusadle abiertamente (…) todo aquel rey que dañe a sus hermanos y hermanas, lo pagará con la cabeza (…) cuando un príncipe es considerado culpable, también debe pagarlo con la cabeza: pero no ayudéis a castigarles en su hogar o delante de sus hijos”.

En ella es fácil observar los rasgos de firmeza, pero también de equidad vigentes entre los indoeuropeos primigenios, así como las limitaciones efectivas del poder real.

En los documentos se hace referencia a los gobernantes como “Gran Rey” o las fórmulas “Labarna” o “Tlabarna”, en referencia a uno de los más destacados monarcas del Imperio Antiguo hitita, a la misma usanza que se daría entre los romanos y los europeos posteriores al uso de títulos como “César, Czar o Kaiser” o “Augusto”. En el Imperio Nuevo se añadió el rasgo de héroe, “Karradu”, probablemente por influjo mesopotámico, aunque nunca se llegó a la divinización en vida del soberano, pero si a dispensarle esos honores después de muerto; de hecho, para hacer referencia a su deceso, se empleaba la expresión “nuestro soberano se ha convertido en dios”.

Ejercía de jefe religioso y militar supremo, así como las más altas funciones judiciales, habitualmente delegadas en funcionarios de confianza. La administración territorial estaba a su vez delegada en “reyes menores”, originalmente jefes de clanes convertidos durante la sedentarización en una nobleza, aunque muchos de ellos fueron sustituidos con el paso del tiempo por miembros secundarios de la familia real o ya durante el Imperio Nuevo, tras el decreto de Mursil II, por gobernadores escogidos por el poder central, más leales y eficaces para el conjunto del país. Entre sus tareas destacaban el mantenimiento del culto apropiado a los dioses en santuarios y templos, el mantenimiento de registros para el pago de impuestos o para tratar litigios, nombrar a los sacerdotes y cuidar de las festividades religiosas y civiles. Normalmente el gobernador contaba con un comisario en su equipo ( “Rabis alim” ) y el asesoramiento del consejo de Ancianos local, lo que le permitía conectar mejor con las preocupaciones de la población puesta a su cargo. Asimismo apoyaba la labranza de los agricultores y la protección de sus propiedades, evitando las intrusiones del ganado y en general ejerciendo funciones de policía.

Lectura recomendada: "Los hititas" de Carter Scott 2003

Ampliar información en Internet: http://images.google.es/imgres?imgurl=http://sapiens.ya.com/antiqvae2/fotos/anat01.jpg&imgrefurl=http://sapiens.ya.com/antiqvae2/alaka.htm&usg=__xRyjjTmhpfYheuHDIqmJxPOZhag=&h=545&w=808&sz=117&hl=es&start=21&um=1&tbnid=McE2REgWy5-FDM:&tbnh=96&tbnw=143&prev=/images%3Fq%3Dimperio%2Bhitita%26ndsp%3D20%26hl%3Des%26rlz%3D1T4RNWN_esES227ES229%26sa%3DN%26start%3D20%26um%3D1

viernes, 14 de agosto de 2009

La clarividencia de Szalasi



Ferenc Szalasi ( 1897-1946 ) es uno de los más claros exponentes de los relevantes personajes políticos seducidos primero y convertidos después en fervorosos adeptos y portavoces en sus respectivos países del movimiento nacional-patriótico europeo, que durante su fase de la primera mitad del siglo XX acabó tomando una forma específica y temporal: la del fascismo como ideología estructurada. Szalasi , junto con León Degrelle y Corneliu Codreanu, acaudilló importantes partidos de masas con elevada respuesta electoral antes del estallido bélico de 1939.

Hungría, su patria, había sido una de las grandes damnificadas por el desenlace de la I Guerra Mundial, conduciéndola a una penosa situación, parecida a la de Alemania en el mismo periodo: desmembrada territorialmente ( Szalasi precisamente nació en Kassa, actual Kosice, adjudicada a Checoslovaquia en el tratado de Trianon), empobrecida y desmoralizada, sobresaltada por el fermento marxista por mor en 1919 de la cruenta experiencia de la dictadura de los soviets del judío-húngaro Bela Kun ( que seria purgado años después en la URSS staliniana, donde buscó refugio ), y finalmente entregada por los Aliados al ineficaz régimen liberal-conservador del almirante Horthy, que se mantuvo a partir de 1935 en una oscilación cambiante entre la influencia de la pujante Alemania nazi y de los Aliados liberal-capitalistas, y el miedo a una intervención soviética a partir de 1940 ( coincidiendo con el despojo soviético de Besarabia a Rumania y la ocupación de los países Bálticos )

Szalasi dirigió desde 1935, después de abandonar la carrera militar, la formación por el fundada, el partido de la Voluntad Nacional ( Nemetz Akaratanak Partja ) de inspiración nacional y socialista. Sus desencuentros por motivos laborales y de política exterior con la administración gubernamental del gobierno Darany condujeron a una primera ilegalización en 1937, seguida por sucesivas ilegalizaciones y refundaciones de la mano de Hubay, colaborador principal de Szalasi ( en esa época encarcelado acusado de calumniar al Regente Horthy con libelos ) : fueron apareciendo el Partido Nacional Socialista ( Nemzeti Szocista Part ), el Partido Hungarista ( Hungarista Part ) y finalmente el Partido de la Cruz Flechada ( Nylas Kereszetes Part ). Este último consiguió en las elecciones legislativas de 1939 750.000 votos sobre dos millones de electores, lo que dá una idea de la pujanza de la formación.

Su discurso ante la Asamblea de Intelectuales convocada en Budapest tuvo lugar en un punto álgido, en diciembre de 1942, en la encrucijada de la II Guerra Mundial. En el denunció la hipocresía cruel y calculada de quienes invocaban al pueblo y en realidad actuaron quebrando sus esencias más vitales:

se desarrollaron sistemas materialistas que sofocaron toda natural reivindicación espiritual y ética. Para los sistemas materialistas el hombre, el campesino, el trabajador, el intelectual, al mujer, el soldado, no fueron sino simples medios: la política, para estos sistemas, fue la política de la materia bruta (…) hicieron política de Estado y arruinaron
el alma de la Estirpe y del pueblo(…) Hicieron política matrimonial y arruinaron a la familia y a la mujer. Crearon al mercenario y al burócrata en defensa de toda esta política y arruinaron al soldado y al intelectual. Estos sistemas aniquilaron todo aquello que se oponía a su rígida visión del beneficio


Su mirada retrospectiva señaló el enfrentamiento orquestado y estéril de los grupos sociales que a la postre confirmaban un único cuerpo nacional, incapaz de vida sana si se prescindía de algunas de sus partes, y explicaba la visión histórica del predominio ruinoso del capitalismo y el marxismo, frente a los cuales se alzaba la corriente superior de los poderes nacional-patriotas de aquella época:

Ello demuestra al obrero que tiene la necesidad de una estructura internacional para combatir con éxito a la “fétida burguesía” organizada a escala internacional. Demostrando así a la burguesía que tiene necesidad de un nacionalismo a ultranza para combatir con éxito al “fétido proletariado” organizado a escala internacional. Los dos “fétidos”, cuyo hedor solamente ha sido superado por su estupidez, se alientan el uno al otro(…)La Guerra Mundial de 1914 a 1918 aniquiló definitivamente aquel orden burgués que nació del baño de sangre de la Revolución francesa. Con el baño de sangre de la Guerra Mundial de 1914-18, el insignificante orden burgués-liberal dio lugar en Oriente a la dictadura marxista guiada por los judíos, y en Occidente a la dictadura plutocrática(…) Son estos los dos sistemas que desde 1919 han tenido a todos los pueblos de Europa bajo su despótico dominio
La mejor demostración de las palabras de Szalasi, el precio que pagó por oponerse a ese dominio: su ejecución en la horca en 1946 por instigación de las autoridades comunistas y las fuerzas de ocupación de la URSS, contra las que se alzarían las genuinas masas húngaras en 1956:


Lectura recomendada: "Escritos políticos" de F. Szalasi, 2005