miércoles, 22 de julio de 2009

"Menschenfresser Technik", de Ernst Niekisch

Ersnt Niekisch ( 1889-1962 ) fue uno de los principales representantes de la corriente denominada "nacional-bolchevismo". Doctrina confusa y bastante peregrina, con una acusada tendencia hacia la aduteración de conceptos y significados, por ejemplo su interesada y falsa asimilación de Occidente como equivalente literal de liberalismo capitalista, o su ingenua interpretación del comunismo soviético como un gesto de rebeldía a la influencia del Occidente mercantilista por parte del alma rusa, cuando el comunismo era precisamente uno de los productos tóxicos de la explicación meramente materialista de la existencia, patrocinada originalmente por los círculos no europeos y por sus asociados calvinistas en Amsterdam, Londres y Nueva York .

Con todo, Niekisch realizó aportaciones teóricas de indudable interés. En un artículo publicado originalmente en la revista "Widerstand" en abril de 1931 titulado "Menchenfresser Technik" ( la Técnica, devoradora de hombres ) plantea la desnuda dialéctica y la contraposición esencial entre Técnica/ Naturaleza.

El inicio de su planteamiento es una afirmación muy perspicaz:
" La eclosión del individualismo y el perfeccionamiento de la técnica conforman dos fenómenos paralelos". De este modo traza la conexión entre el auge del liberalismo clásico del s. XIX y el coetaneo proceso industrializador. Y a continuación medita sobre determinadas consecuencias:
" La tendencia al rechazo de todo límite, señala, en suma, esta evolución (...) el individuo se siente libre. Por principio ya no reconoce barrera alguna". ¿ No nos resulta demasiado familiar esa evolución en nuestra época, con su promoción del relativismo moral, la renuncia deliberada a las normas de comportamiento público, el halagamiento ilimitado del hedonismo y la promoción del consumo desorbitado?



Poco después encontramos la descripción de los fundamentos de las ideologías mecanicistas, las liberales y las marxistas, en todas las cuales el hombre es reducido a la mera condición de productor/consumidor:
Además, la importancia social del individuo no será otra que el indicador de beneficios que sea capaz de conseguir (…) como consecuencia de ello, el dinero pasará a convertirse en la medida de todo”.
Tampoco es muy difícil comprobar que esa filosofía empapa hoy el conjunto de las relaciones humanas. Obviamente, en consonancia se desarrollará un panorama artificial que por supuesto, percibimos fácilmente a nuestro alrededor, como elemento visible:
En esta atmósfera florecen metrópolis, imperios, producciones en serie, monopolios económicos y organizaciones multinacionales”.

Niekisch pasa al siguiente nivel del diagnóstico de lo que ya podríamos considerar casi una patología social: “ Nada inspira ya reverencia (…)No sentir respeto, ser atrevido, significa no conocer límites. Pero quien no conoce límites ignora qué es responsabilidad”.

Podemos apreciar la certeza de esta observación fijándonos en el discurso actual de muchos políticos basado en la “ampliación de derechos”; ¿ donde se han metido las correspondientes responsabilidades que llevan inevitablemente aparejadas la titularidad y el ejercicio de un derecho? Fácil, han sido barridas por la ecuación egoismo=placer ilimitado que no puede asumir ni aceptar restricciones ni sacrificios propios.

Por otra parte, hasta el lenguaje escrito que usamos en este instante es técnica, y no digamos su soporte digital ¿ Como domesticaremos a esta bestia para que nos sirva y no al revés? Aceptando que la técnica es un simple instrumento, y fomentando la formación integral de la mente del Hombre para que imponga su voluntad a la herramienta.

Libro recomendado: " Este y Oeste" de Ernst Niekisch, 2008

2 comentarios:

Anónimo dijo...

escribe mejor

"menschenfresser technik"

Garcilaso72 dijo...

En la edición que yo tengo, pone como título original " Menchenfresser Technik" sin la "s". De todos modos, me había comido una sílaba cuando escribí erroneamente "Menfresser", así que gracias por el apunte. Voy a dejarlo finalmente con "schen", como dices, porque suena mejor y seguramente sea más correcto.

Saludos.