En algún momento del siglo XVIII a. c. se iniciaron los trabajos constructivos con el levantamiento de un recinto amurallado en forma ovalada y adaptado al perfil topográfico del relieve. Esta primera ciudadela, que protegía en su seno el palacio real, disponía de 3 entradas y 22 torreones. Sus piezas eran bloques de piedra inmensos, formando conjuntos ciclópeos. Asimismo se introdujeron pasillos abovedados a lo largo de las entradas secundarias, las poternas, que incrementaban la seguridad.
En etapas posteriores el circuito amurallado se amplió rodeando toda la ciudad. a base de muros cimentados con enormes bloques pétreos, salpicados cada 30 metros por torres de planta y alzado cuadrados con finalidad de bastiones. El remate de estas murallas estaba compuesto de lienzos de adobe y madera.
Existieron soluciones ingeniosas para potenciar la seguridad: por ejemplo, el acceso a la puerta del Rey y la puerta de los Leones ( cuyas arcadas laterales aún se conservan ) solo era posible mediante rampas adosadas a los muros. En caso de que los visitantes no acudiesen con intenciones amistosas quedaban peligrosamente expuestos a los tiradores apostados en los caminos de ronda superiores.
Lecturas recomendadas:
" Edificios de la arquitectura antigua " Alegre Carvajal, E. Madrid 2007
" El reino de los hititas " Bryce, T. Madrid 2001
" Persas e hititas " VV.AA. Madrid 2000
1 comentario:
Estimado amigo
Las antiguas civilizaciones siempre están llenas de interesantes sorpresas.
Gracias por la entrada, me ha resultado muy interesante.
Un saludo
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