domingo, 26 de marzo de 2017

LA POLÍTICA OCCIDENTAL DE TUDHALIYA IV

El antepenúltimo de los monarcas hititas decidió restablecer el prestigio que había decaído durante el periodo de su padre en las tierras occidentales de Asia Menor. Lanzó varias campañas demostrativas contra los insumisos países de Lukka (Licia y alrededores) y Wiyanawanda, según se deduce de la “inscripción Ilgin” y del texto XXVI recopilado en Keilschrifturkunden aus Boghazkoy.

En el País del rió Seha (Lidia y alrededores) tuvo que enfrentar la rebelión de Tarhunaradu, que había reemplazado a Masturi, un títere emparentado por matrimonio con una tía de Tudhaliya IV, matrimonio que no había dejado descendencia. Probablemente el rebelde estaba patrocinado por el reino micénico de Ahhiyawa, a juzgar por el relato XXII de Keilschrifturkunden: “ Después Tarhunaradu hizo la guerra y dependía del rey de Ahhiyawa”. La campaña fue resuelta brillantemente con la dirección personal del rey hitita, que capturó a Tarhunaradu y su harén y los deportó a la urbe hitita de Arinna. Pero a pesar de esta acción resolutiva la agitación continuó desde Milawata (Mileto), cabeza de puente de Ahhiyawa en la costa anatólica egea. Aunque carecemos de la secuencia completa de hechos Tudhaliya consiguió poner Milawata bajo su influencia aprovechando una querella en la familia de los gobernantes locales, en la que apoyó al hijo contra el padre. En los textos XIX y XLVIII de Keilschrifturhunden se nos narra que el exiliado monarca de Wilusa, Walmu, se encontraba acogido por el ahora prohitita dirigente de Milawata, que debía haber establecido alguna clase de relación matrimonial con la casa real de Hattusa. Estos hechos supusieron un duro golpe para Ahhiyawa, y tal vez fuera uno de los factores de su desaparición bajo la ola de los Pueblos del Mar.
IMAGEN. RECONSTRUCCIÓN DEL ASPECTO URBANÍSTICO DE HATTUSA

En cuanto a Walmu, al parecer fue repuesto en su trono con  lo que Tuhaliya IV habría conseguido sus objetivos.

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